Consideraciones previas

Planificación

Cualquiera puede tener un espacio en Internet, y de manera más sencilla de lo que pueda parecer. Los motivos para disponer de un espacio en la red son muchos: para dar a conocer un pequeño negocio, para proporcionar información y apoyo técnico a clientes, para exponer un tema de interés y contactar con otras personas que lo comparten, etc. No importa cuál sea la intención, lo importante es tenerla clara, pues de esta intención dependerá el diseño de las páginas.

Una vez definido el objetivo de las páginas será fácil enfocar el diseño. Aunque las mejoras en la velocidad de la red en los últimos años han suavizado la polémica sobre las páginas gráficas frente a las páginas textuales, no han acabado con ella, así que habrá que decidir si se quiere que predomine el texto o los gráficos. Cada opción tiene ventajas y desventajas. Las páginas que se decantan más hacia el texo suelen tener mejor contenido y proporcionan más información; las páginas que inclinan hacia lo gráfico resultan mucho más atractivas visualmente. Pero una página con demasiado texto, si no está bien diseñada, puede resultar monótona; y una página con demasiados gráficos, o con imágenes muy grandes, tardará mucho en descargarse y desalentará a los usuarios con conexiones más lentas. Como suele suceder con casi todo, un sabio término medio es lo más interesante. Navegando por la red se pueden encontrar excelentes ejemplos de páginas de ambos tipos, y también lamentables muestras de lo que no se debe hacer al diseñar una página web.

Las páginas de recursos son páginas sin más contenido que enlaces a otras páginas sobre un tema concreto. Estas páginas permiten compartir direcciones con otras personas que buscan una misma información. Las páginas de este tipo ahorran mucho trabajo a otros internautas.

En cualquier caso, sea cual sea tu opción, conviene que tengas claros tus objetivos y preferencias antes de iniciar el diseño de las páginas.

Creación de una página web paso a paso

El tiempo necesario para crear una página web dependerá de tu dominio del HTML, de los gráficos y del contenido del texto. Una vez creada la página, deberás dedicar un cierto tiempo a la semana para el mantenimiento y la actualización. El mantenimiento es sencillo: sólo hay que comprobar que los enlaces externos sean vigentes, o sea, que las páginas a las que hacen referencia no han cambiado de dirección o han desaparecido. La actualización dependerá del contenido de las páginas: si, por ejemplo, hay un espacio dedicado a programaciones o a resultados deportivos, tendrás que actualizarla con frecuencia. De todos modos, aunque las páginas no necesiten actualizaciones periódicas, un contenido congelado perderá su interés.

El proceso de creación de páginas web comprende varias etapas:

  1. Planificación
  2. Espacio
  3. Edición
  4. Contenido
  5. Revisión
  6. Publicación
  7. Promoción



AnteriorSiguiente
Sumario | Inicio